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paciente mayor con familiar

INFORMACIÓN PARA PACIENTES Y FAMILIARES

Estimado lector, gracias por su interés en revisar la presente página, misma que está dirigida a pacientes y familiares de pacientes con Insuficiencia Renal Crónica, por lo que en esta sección utilizaremos un lenguaje coloquial. En otra sección de este mismo sitio se presenta la misma información en un lenguaje más técnico, enfocado principalmente a profesionales de la salud.

¿Qué es la Enfermedad Renal Crónica?

La Enfermedad Renal Crónica, abreviada ERC, ocurre cuando los riñones se encuentran dañados y tienen dificultades para realizar todas sus funciones importantes, por durante al menos 3 meses. Es este periodo de 3 meses lo que la diferencia de la Enfermedad Renal Aguda, que es cuando de repente los riñones pierden su capacidad de filtrar los desechos de la sangre; esta se desarrolla rápidamente usualmente en pacientes hospitalizados con tratamientos intensivos, puede ser reversible y recuperarse la función de los riñones (MayoClinic.org).

Actualmente y de acuerdo con las guías KDIGO, que son guías de evaluación y tratamiento de la enfermedad renal crónica, mismas que se utilizan prácticamente en todo el mundo, en su última edición del año 2024, clasifican a la enfermedad de acuerdo a 3 factores, abreviados como CGA:

  • Causa

  • tasa de filtrado Glomerular

  • Albúmina

¿Cuáles son sus causas?

Existen múltiples causas de Enfermedad Renal Crónica, sin embargo las más frecuentes a nivel mundial son: la Diabetes Mellitus tipo 2 y la Hipertensión Arterial Sistémica (presión alta). Estas dos enfermedades causan entre el 60% y el 70% de ERC en el mundo. El resto de las causas es debido a:​

  • Hipoplasia Renal (falta de desarrollo de riñones, son riñones pequeños)

  • Nefrolitiasis (piedras en los riñones) 

  • Enfermedad Poliquística del riñón (enfermedad hereditaria y es causa de aproximadamente el 5% de la ERC, misma que consiste en formación de quistes en  los riñones con destrucción renal)

  • Lupus Eritematoso Sistémico y otras enfermedades autoinmunes (enfermedades donde el cuerpo mismo ataca a los riñones)

  • Uso crónico de medicamentos para el dolor e inflamación, conocidos en conjunto como AINES (ketorolaco, naproxeno, diclofenaco, ketoprofeno, ibuprofeno, indometacina, entre otros)

  • Otras enfermedades poco comunes

medicamentos insuficiencia renal

¿Qué es la albúmina y cómo se mide?

La albúmina es nuestra principal proteína y se encuentra en la sangre. Esta ayuda a que nuestro organismo forme músculos y tejidos y combata infecciones (National Kidney Foundation). Cuando encontramos albúmina en la orina se le denomina albuminuria o proteinuria y es un indicador de que nuestros riñones no están funcionando correctamente, puesto que unos riñones sanos evitan que la albúmina se pase a la orina. Es muy importante medir la albúmina en la orina puesto que es un signo de enfermedad renal y de otras complicaciones, aún cuando la tasa de filtrado glomerular sea normal. La albuminuria se diagnostica con un análisis de la orina y se clasifican los resultados en 3 grados:

  • A1 - "Normal": Menos de 30 mg/g por día

  • A2 - "Moderadamente elevado": Entre 30 mg/g y 300 mg/g por día

  • A3 - "Muy elevado": Más de 300 mg/g por día

¿Qué es la tasa de filtrado glomerular?

La tasa de filtrado glomerular, abreviada TFG, nos da cuenta de si nuestros riñones están haciendo su trabajo de "filtrado" da la sangre adecuadamente, buscando eliminar los desechos y exceso de agua a través de la orina. Puesto que no todas las etapas de la ERC presentan síntomas, medir la TFG nos da una rápida idea de la salud de nuestros riñones, buscando detectar esta y otras posibles enfermedades en sus etapas tempranas. La TFG se obtiene mediante un análisis de sangre y mide los niveles de creatinina y la cantidad de orina que el riñón limpia (aclara, depura) en un minuto. La creatinina es uno de los desechos que se deben excretar por la orina, por lo que encontrar altos niveles de esta en sangre es un indicador de que hay un problema con la "filtración" de nuestros riñones. La creatinina es un desecho de la degradación normal del tejido muscular. Considerando la TFG, las guías KDIGO clasifican la ERC en 5 estadios:

  • Estadio 1: la TFG es normal, es decir una TFG mayor a 90 ml/min/1.73m2, pero se detectaron anormalidades estructurales, como por ejemplo, riñones pequeños o piedras en los riñones, o que en los exámenes de laboratorio exista presencia de proteínas en la orina (albuminuria) mayor de lo normal o presencia de sangre persistente por más de 3 meses de duración.

  • Estadio 2: la TFG está entre 60 y 90 ml/min/1.73m2

  • Estadio 3: la TFG está entre 30 y 60 ml/min/1.73m2. Este estadio a su vez se subdivide en:

  • Estadio 3a cuando la TFG es de 45 a 60

  • Estadio 3b cuando la TFG es de 30 a 45

Es importante destacar que hasta aquí, con una TFG de 30 ml/min/1.73m2 (estadio 3b), el paciente tiene Enfermedad Renal Crónica (ERC) pero no Insuficiencia Renal Crónica (IRC). Hasta en el estadio 3b el paciente generalmente se encuentra asintomático, por eso se le conoce a la ERC como una enfermedad "silenciosa", puesto que las personas que la padecen suelen no "sentir" nada fuera de lo normal, si no hasta que se encuentran en las últimas etapas (estadios 4 y 5, IRC). La ERC normalmente no desaparece, sino que progresa, a menos que se garantice un tratamiento temprano para frenar o detener la enfermedad (WorldKidneyDay.org). Es por esto que todos debemos realizarnos un chequeo médico al menos una vez al año para poder detectar esta enfermedad, y otras, en su etapa inicial. La progresión se da hasta llegar a la Insuficiencia Renal Terminal (IRT), que en la inmensa mayoría de los casos es inevitable y para poder seguir viviendo necesitará el paciente ingresar a las Terapias Renales de Reemplazo: diálisis peritoneal o hemodiálisis, e idealmente trasplante renal.

  • Estadio 4 (IRC): la TFG está entre 15 y 29 ml/min/1.73m2, o en términos coloquiales, sus riñones han perdido gravemente su función y trabajan entre un 15 % y 29 % de su capacidad.

  • Estadio 5 (IRC): la TFG es menor de 15 ml/min/1.73m2, los riñones tienen daño severo y ya no limpian los desechos de la sangre, por lo que estos se acumulan y pueden causar otros problemas médicos. En esta etapa, también conocida como Insuficiencia Renal Terminal (IRT), el paciente deberá iniciar Terapias Renales de Reemplazo.

Es entonces cuando la TFG disminuye por abajo de 30 ml/min/1.73m2 que inicia la Insuficiencia Renal Crónica puesto que los riñones ya son incapaces de realizar algunas o todas sus funciones entre las que se encuentran:​

  • Control de la presión arterial 

  • Formación de eritropoyetina (hormona encargada de estimular la médula ósea de los huesos para la producción de los glóbulos rojos de la sangre)

  • Regulación del calcio y fósforo de la sangre

  • Regulación de los otros electrolitos en sangre como sodio, cloro, potasio y magnesio

  • Generación de la forma activada de la vitamina D

  • Formación de orina normal, mediante procesos de filtración y secreción

  • Eliminación de desechos tóxicos, principalmente amonio, urea, ácido úrico, creatinina y otros muchos más

  • Metabolismo y excreción de medicamentos

Por lo anterior, se espera que un paciente con IRC generalmente presente elevación de la presión arterial, anemia por falta de eritropoyetina, osteoporosis o huesos frágiles por bajo calcio en ellos y falta de vitamina D activada. En un lapso tan pequeño como de 2 a 3 años, la capacidad del riñón puede deteriorarse del 30% hasta el 15%. Es en este momento cuando el cuerpo no es capaz de regularse a sí mismo y empiezan los problemas serios: anemia, cansancio, hinchazón, fatiga, falta de aire, entre otros, y el paciente ya está gravemente enfermo y debe tratarse urgentemente. Es por esto, que es de suma importancia prevenir y evitar que el riñón continúe deteriorándose, no obstante que el riñón aún funcione a más del 50%.​

¿Cuáles son los síntomas de la Insuficiencia Renal Crónica?

Hablábamos de que en la ERC (estadios 1, 2 y 3) el paciente no tenía síntomas, pero ya en IRC (estadios 4 y 5) el paciente sí tiene una gran variedad de síntomas que inclusive pueden afectar gravemente su calidad de vida y sus actividades diarias. Dentro de los síntomas (lo que el paciente siente) más comunes que se presentan en pacientes con IRC se encuentran los siguientes:

  • Cansancio o debilidad generalizada (por acumulación de toxinas y anemia)

  • Palidez (por la presencia de anemia)

  • Hinchazón (por la acumulación de líquidos o agua )

  • Falta de aire (por la anemia y acumulación de agua en el cuerpo)

  • Orina espumosa (por la pérdida de proteínas en la orina)

  • Poco apetito (por la acumulación de toxinas en el cuerpo)

 

Cabe señalar y ser muy puntuales que estos síntomas o sensaciones no son específicos de la Insuficiencia Renal Crónica y que existen otras enfermedades que pueden presentarse de esa manera, por lo cual siempre se deberá consultar a un médico para su adecuada valoración.

¿Cómo se diagnostica la Insuficiencia Renal Crónica?

La IRC se diagnostica mediante los síntomas ya descritos en el párrafo anterior, junto con un examen de sangre (Química Sanguínea) y en ocasiones mediante estudios de imagen como ultrasonido renal.

A nivel de la sangre, dos moléculas conocidas como Creatinina y Urea se muestran elevados en pacientes con Insuficiencia Renal. Estas dos moléculas son consideradas toxinas, ya que en condiciones normales, el cuerpo debe eliminarlas por la orina. Por lo tanto, una acumulación de Creatinina y Urea, nos indica que el riñón no está desechando estas sustancias de manera adecuada. Adicionalmente puede haber anemia por la falta de la eritropoyetina. También los minerales Calcio y Fósforo se encuentran alterados, siendo el calcio bajo y el fósforo elevado.

A nivel de estudios de imagen, los riñones suelen verse más pequeños de lo normal o se informa en estos estudios que existe una pobre diferenciación de la corteza y de la médula renal. 

¿Cómo interpreto mis estudios de sangre?

La Química Sanguínea, como su nombre lo refiere, analiza sustancias químicas presentes en sangre. De estas sustancias, las importantes en el contexto de Insuficiencia Renal son las siguientes: Urea, Creatinina, Ácido Úrico, Potasio, Calcio, Fósforo y Albúmina. Al no funcionar correctamente nuestro riñón, algunas de estas moléculas se suelen elevar en sangre, lo que nos confirma que el riñón no está trabajando del todo bien.

 

          A continuación un ejemplo:

Manuel es un varón de 60 años, con antecedente de hipertensión arterial (presión alta) y diabetes mellitus desde hace 10 años. Usualmente no revisa sus niveles de azúcar en sangre y su presión suele estar muy alta. Desde hace dos meses, ha notado hinchazón de piernas y cara, orina menos de lo usual y tiene una sensación de cansancio. Un amigo le sugirió que se realizara un estudio de química sanguínea. El estudio de sangre muestra lo siguiente:

                   Resultados                          Rangos de Normalidad   

  • Glucosa:         250 mg/dl.                     70 - 120 mg/dl.

  • Urea:               100 mg/dl.                      20 - 50 mg/dl.

  • Creatinina:      1.7 mg/dl.                      0.6 - 1.1 mg/dl.

  • Na (Sodio):     135 meq/l.                    135 - 145 meq/l.

  • K (Potasio):     4.5 meq/l.                      3.5 - 5 meq/l.

  • Calcio:              9 mg/l.                          8 – 12 mg/l.

  • P (Fósforo):      5 mg/dl.                         1 - 4.5 mg/dl.

  • Albúmina:         3 gr/dl.                          3.8 – 4.6 gr/dl.

*mg/dl: miligramos por decilitro

  meq/l: miliequivalentes por litro

  gr/dl: gramos por decilitro

Los resultados anteriores muestran que Manuel tiene elevados sus niveles de creatinina, urea y fósforo en sangre, lo que es muy compatible con Insuficiencia Renal Crónica.

estudios de sangre
hemodiálisis

terapias de

reemplazo renal:

diálisis peritoneal, hemodiálisis

o trasplante renal

medicamentos IRC

medicamentos

dieta paciente renal

dieta​​

¿Cómo se trata la Insuficiencia Renal Crónica?

La Insuficiencia Renal Crónica tiene muchas formas de tratamiento, entre ellas:​

hemodiálisis
pastillas enfermedad renal
dieta renal

DIETA

Por lo que toca a la dieta es de capital importancia que el paciente lleve idealmente una dieta en la que la cantidad de proteína consumida sea del orden de 0.6 a 0.8 gramos de proteína por kilo del paciente por día.

Respecto al sodio, la cantidad de este deberá ser de igual o menor a 2 gramos por día, así como alimentos bajos en fósforo y usualmente también en potasio

Para lograr esta meta es necesario que el paciente y sus familiares acudan con un nutriólogo especializado en dietas renales.

MEDICAMENTOS

Con respecto a los medicamentos, existen diversos que debe tomar el paciente, dependiendo del perfil del mismo, sus enfermedades y resultados de sus exámenes de laboratorio. Es por esto la importancia de un seguimiento por su médico especialista. 

  • medicamentos para la presión arterial elevada

  • para tratar la anemia

  • para el fósforo elevado

  • si es el caso, para tratar la diabetes.

  • para controlar el ácido úrico, el colesterol y/o triglicéridos elevados en sangre

  • para tratar la acidosis metabólica

  • para la desnutrición 

  • para el potasio elevado

  • medicamentos nuevos para retrasar (no curar) el daño renal ya establecido

TERAPIAS DE REEMPLAZO RENAL

En pacientes en los cuales sus riñones funcionan a menos del 15%, están muy hinchados, orinan muy poco y sus toxinas están muy elevadas (urea, creatinina, ácido úrico), las terapias usualmente utilizadas son las diálisis. De la diálisis existen dos modalidades: 

  • La diálisis peritoneal, de la cual existen varias modalidades en la que se introduce un catéter (tubo de plástico) en el abdomen y mediante soluciones acuosas especiales que se introducen al abdomen, se eliminan las sustancias tóxicas y el líquido acumulado en exceso a través de bolsas. 

  • La hemodiálisis, en la cual se introduce un catéter (tubo de plástico) en una vena gruesa del cuerpo para después conectar al paciente a una máquina y con esta retirar el exceso de agua y las toxinas acumuladas en el cuerpo, en sesiones que duran 3 horas y se proporcionan generalmente 3 sesiones por semana por el resto de vida del paciente. “Pero no debemos olvidar que el fin último de la hemodiálisis es mantener a los pacientes con vida a la espera de un trasplante renal” [ver Ref. 2]

Una segunda modalidad de tratamiento que no implica diálisis (diálisis peritoneal o hemodiálisis) es el Trasplante Renal, ya sea de donante vivo compatible o de cadáver, mismo que es considerado el mejor tratamiento de sustitución renal.

¿Puede haber complicaciones en las terapias de reemplazo renal?

Diálisis Peritoneal:

La complicación más frecuente es la peritonitis, es decir, la infección de la cavidad abdominal generalmente por bacterias. En promedio ocurre un episodio de peritonitis por paciente al año. Esto implica que el paciente sea hospitalizado para atender esta complicación, y a su vez esto reduce la capacidad del abdomen para funcionar como medio de diálisis (transferencia de toxinas, solutos y agua). En muchos pacientes esto acorta su permanencia en el tratamiento y es necesario migrarlos al otro tratamiento que es la hemodiálisis.

 

Hemodiálisis:

Su principal complicación es la anemia, lo que obliga que al paciente frecuentemente se le apliquen transfusiones de sangre.

Trasplante Renal:

Su complicación, que afortunadamente no es tan frecuente, es el rechazo del riñón trasplantado. Sin embargo, esta modalidad de tratamiento implica forzosamente que el paciente tome medicamentos inmunosupresores de por vida para evitar o tratar de evitar el rechazo del riñón trasplantado.

Para aquel paciente que no es posible controlarlo con tratamiento médico conservador, el trasplante renal es definitivamente la mejor opción de tratamiento y es por mucho el menos costoso. Desafortunadamente, en ninguna parte del mundo existe la cantidad suficiente de riñones disponibles para trasplante y la lista de pacientes en espera sigue y seguirá creciendo.

¿Puedo tener Insuficiencia Renal Crónica y no necesitar diálisis?

En sentido estricto sí. Si sus riñones todavía funcionan a más del 15%, es capaz de llevar una dieta adecuada para el paciente renal, sus toxinas en sangre no se acumulan demasiado, no está muy hinchado y es capaz de orinar, puede ser candidato a tratamiento médico conservador. Eso si, cuando la Tasa de Filtrado Glomerular ha llegado entre los 5 y 7 ml/min/1.73m2, la diálisis puede ser inminente. Ahora bien, por tratamiento médico conservador se refiere a medicamentos que ayudan al riñón y al cuerpo a hacer las funciones que el riñón por su propia enfermedad no es capaz de realizar.

¿Hay nuevos tratamientos para tratar la IRC?

Estudios clínicos recientes, dan a conocer en sus resultados los beneficios de dos familias diferentes de medicamentos. Una de ellas conocida con la abreviatura SGLT2, siendo en México la: canagliflozina, dapagliflozina y empagliflozina. Estos son medicamentos utilizados para tratar pacientes con diabetes mellitus, más si bien se demostró que tienen beneficios adicionales en los pacientes con enfermedad cardiovascular y enfermedad renal crónica. Se recomiendan para ser utilizados en pacientes con TFGe mayor a 20 ml/min/1.73m2 (pacientes en estadio 4) retardando la progresión de la enfermedad renal que de acuerdo a los 3 estudios más importantes fue del 36% [ver Ref. 3-5]

La otra familia de medicamentos son conocidos como antagonistas selectivos no esteroideos del receptor de mineralocorticoide, en México ya disponible la finerenona, para tratar los pacientes con enfermedad renal crónica que tengan una TFGe de más de 25 ml/min/1.73m2 (pacientes en estadio 4) [ver Ref. 6]

Estas dos familias de medicamentos y sus beneficios han sido tales, que una organización mundial que se encarga de evaluar prácticamente todo lo relacionado con la ERC, conocida con la abreviatura KDIGO (página web: https://kdigo.org/), en el 2024 publicó su nueva guía conocida como “Práctica Clínica y Guía para la evaluación y manejo de la ERC”. Cabe mencionar que esta organización y las guías emitidas por ella, para emitir sus recomendaciones toma en cuenta en la mayoría de las ocasiones un tipo de estudios clínicos de ensayo conocido con la abreviatura ECA, que son estudios en la mayoría de las ocasiones con miles de pacientes, realizados en muchos países, a través de varios años, digamos 4 a 5 años, y luego hay que esperar para que si son seleccionados, sean revisados por expertos para que estos emitan sus recomendaciones sobre tal estudio. Esto es un proceso largo que lleva desde el descubrimiento de la molécula hasta su recomendación, en caso de que sea exitoso, no menos de 10 años.

 

Resumiendo, para la ERC ha habido a lo largo de la historia 4 grupos de medicamentos que, de acuerdo a las recomendaciones emitidas por la organización KDIGO, retardan la pérdida de la función renal: 

  1. los medicamentos para tratar la presión arterial conocidos como IECA y ARA2

  2. los recientemente descubiertos SGLT2

  3. los antagonistas del receptor mineralocorticoide no esteroideo

  4. los ArGLP1 agonistas de receptores de la proteína GLP1

No nuevo, pero muy importante y a veces no utilizado, es la suplementación con bicarbonato de sodio en aquellos pacientes con acidosis metabólica, la cual inicia cuando la TFG es menor a 60 ml/min/1.73m2 y se torna en extremo frecuente en los pacientes con TFG menor a 30 ml/min/1.73m2, es decir los de insuficiencia renal estadios 4 y 5.

Aparentemente, y tomando en consideración las guías KDIGO 2024, es todo lo que pudiera existir para tratar los pacientes con ERC y finalmente aquellos pacientes que llegan a estadio 5 con TFG menor a 15 ml/min/1.73m2 serán canalizados a tratamiento de reemplazo renal con diálisis, hemodiálisis, trasplante renal y habrá otros que no quisieran tomar ninguna de estas terapias de reemplazo y serán tratados con medidas paliativas.

investigación en IRC

Metabolitos intermediarios
del Ciclo de Krebs

Una nueva opción en la literatura es la reposición de metabolitos intermediarios del Ciclo de Krebs en combinación con quelantes cálcicos de fósforo y bicarbonato de sodio, que aumenta y mejora la TFGe en pacientes con ERC estadios 3b, 4 y 5.

Los metabolitos son compuestos orgánicos que el cuerpo produce de manera natural y son de vital importancia en el Ciclo de Krebs, también conocido como el Ciclo del Ácido Cítrico. Este ciclo nos ayuda a formar proteínas en el cuerpo, de vital importancia para la nutrición, y generar energía. En estudios recientes, en pacientes enfermos del riñón, se informó que pueden ser de ayuda o ser otra herramienta para atender esta enfermedad.

Referencias

  1. Brenner BM, Cooper ME, de Zeeuw D, et al. Effects of losartan on renal and cardiovascular outcomes in patients with type 2 diabetes and nephropathy. N Engl J Med. 2001;345(12):861-869. https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMoa011161

  2. Hernández-Usero, Alcaraz V, Sánchez-Pozo A. ¿Es suficiente la hemodiálisis para el mantenimiento de los enfermos con insuficiencia renal crónica? Ars Pharmaceutica. 1997;38(1):5-14.

  3. Perkovic V, Jardine MJ, Neal B, et al. Canagliflozin and renal outcomes in type 2 diabetes and nephropathy. N Engl J Med. 2019;380(24): 2295-2306. https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMoa1811744

  4. Heerspink HJL, Stefánsson BV, Correa-Rotter R, et al. Dapagliflozin in patients with chronic kidney disease. N Engl J Med. 2020;383(15):1436-1445. https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMoa2024816

  5. Herrington WG, Staplin N, Wanner C, et al. Empagliflozin in patients with chronic kidney disease. N Engl J Med. 2023;388(2):117-126. https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMoa2204233

  6. Bakris GL, Agarwal R, Anker SD, et al. Effect of finerenone on chronic kidney disease outcomes in type 2 diabetes. N Engl J Med. 2020;383(23):2219-2229. https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMoa2025845

  7. Hernández-Miramontes JA, Méndez-Durán A, Hernández-Villanueva JA. Tricarboxylic cycle intermediates in combination with calcium phosphate chelators and sodium bicarbonate increase eGFR in patients with stages 3b, 4 and 5 CKD: a retrospective observational study. Rev Colomb Nefrol. 2024;11(2):1-18. https://revistanefrologia.org/index.php/rcn/article/view/778/1115

  8. Hernández-Miramontes JA, Hernández-Villanueva JA, Pacifuentes-Orozco A, Méndez-Durán A. Ácidos carboxílicos en combinación con quelantes cálcicos de fósforo y bicarbonato de sodio para el tratamiento de la uremia e hiperfosfatemia en pacientes con ERC estadios 3, 4 y 5. Gac Med Bilbao. 2019;116(3):104-109. https://gacetamedicabilbao.eus/index.php/gacetamedicabilbao/article/view/707

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